El risotto que propongo está hecho con pollo, pero las opciones son infinitas, dependiendo de nuestra imaginación y nuestra despensa : con setas o espárragos trigueros, con bulbos de hinojo, calabaza....
El único secreto consiste en ir añadiendo el caldo caliente cucharón a cucharón y dejar que el grano lo vaya absorbiendo.
La mantequilla y el queso Parmesano que añadimos al final, le confieren el aspecto meloso que caracteriza a todos los risottos.
14 de septiembre de 2005
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