- 4 filetes grandes de rosada
- 1 kilo de mejillones
- 3 tomates
- 3 cebolletas
- unos tallos de apio
- 1 diente de ajo
- 1 vaso de vino blanco seco
- una hoja de laurel
- unas ramitas de tomillo
- 1 guindilla
- harina para rebozar
- unos granos de pimienta
- sal y pimienta molida
- aceite de oliva
-Limpiar los mejillones, rasparlos con un cuchillo para eliminar las barbas y se colocan en una cazuela. Agregar el vaso de vino, añadir la hoja de laurel, los tallos de apio enteros y unos granos de pimienta. Tapamos y ponemos a fuego medio hasta que se abran. Cuando se enfríen, retiramos las cáscaras y colamos el caldo.
-En una sartén mediana calentamos un poquito de aceite de oliva y rehogamos las cebolletas cortadas en tiras finitas, a fuego suave hasta que se ablanden. Incorporar el diente de ajo muy picado, los tomates rallados y la guindilla. Agregar una pizca de sal, las ramitas de tomillo y parte del caldo de los mejillones. Mezclar bien, bajar el fuego y cocer durante media hora.
-Troceamos los filetes de rosada en tiras anchas, repasamos bien para comprobar que no hay espinas y los salpimentamos. Calentar aceite en otra sartén, enharinar el pescado y freírlo brevemente, lo justo para que se le forme una costra y se sacan a escurrir sobre papel de cocina.
-Sobre el fondo de una fuente honda repartimos unas cucharadas de salsa de tomate. Colocamos encima los trozos de rosada y distribuir los mejillones alrededor. Napar con el resto de salsa y hornear a 180 grados durante un cuarto de hora. Servimos bien caliente, acompañado de una guarnición de arroz hervido.