(para cuatro personas)
·300 grs de garbanzos
·300 grs de gambas grandes
·un tomate maduro
·unos tallos de apio
·2 cebolletas
·1 diente de ajo
·unas ramitas de tomillo y romero frescos
·unas hojas de salvia
·una hoja de laurel
·una cucharada de pimentón
·sal y unos granos de pimienta negra
·aceite de oliva
-Poner los garbanzos en remojo el día antes. Se escurren, los enjuagamos y se pasan a una olla con la hoja de laurel, los tallos de apio y unos granos de pimienta. Agregar las ramitas de tomillo y romero y una pizca de sal. Añadir agua templada hasta cubrir y ponemos al fuego hasta que estén tiernos.
-Mientras van cociendo, pelar las gambas y se reservan. Rehogar las cabezas y las pieles en unas cucharadas de aceite de oliva, machacándolas para que suelten el sabor. Incorporar las cebolletas y el diente de ajo muy picados y sofreír unos minutos.
-Agregar el tomate rallado, el pimentón y una pizca de sal. Cuando se evapore un poquito el jugo, añadimos un vaso de agua y cocemos durante diez minutos. Triturar con la batidora, pasar la salsa por el chino, aplastando bien con un cucharón para sacar toda la sustancia y reservar.
-Cuando los garbanzos estén tiernos, retirar el caldo de cocción, las ramitas de apio y las hierbas aromáticas. Agregar la salsa de gambas, un poquito más de agua o caldo y poner de nuevo al fuego.
-En otra sartén, calentar una cucharada de aceite de oliva y rehogar las gambas, a fuego vivo un par de minutos. Incorporarlas bien escurridas a la cazuela, agregar las hojas de salvia picadas y rectificar de sal. Mezclar bien y dar un hervor todo junto. Antes de servir, dejamos que repose unos minutos fuera del fuego.
15 de noviembre de 2006
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