- 400 grs de judías blancas muy tiernas
- 1 calabacín grande
- 2 cebolletas pequeñas
- 1 diente de ajo
- un hueso de jamón
- caldo de verduras
- una hoja de laurel
- sal y pimienta negra
- aceite de oliva
PARA LA GUARNICIÓN :
- 1 zanahoria
- 1 remolacha
- unas hebras de azafrán
-Escurrimos las judías del agua donde han estado en remojo. Se enjuagan bien bajo el grifo y se pasan a una cazuela con el hueso de jamón, la hoja de laurel, el diente de ajo, las cebolletas, el calabacín a trozos y sin pelar, un poquito de aceite de oliva y sal. Cubrimos con agua fría y cocemos hasta que estén muy tiernas, casi deshechas.
-Una vez cocidas, sacamos el hueso y la hoja de laurel de la cazuela y retiramos casi todo el caldo. Trituramos las judías con las verduras y pasamos la crema por el chino para que no queden restos de pieles. Vamos agregando poco a poco el caldo de verduras caliente en cantidad suficiente para que no quede muy líquida ni demasiado espesa. Rectificamos de sal, añadimos un poquito de pimienta molida y mezclamos.
-Con un rallador fino cortamos la remolacha y la zanahoria en juliana. Se van friendo los bastoncillos por tandas en aceite muy caliente, moviendo con un tenedor para que se suelten. Se sacan a escurrir sobre papel absorbente y agregamos una pizca de sal.
-En el momento de comer, ponemos la crema de nuevo al fuego sin que llegue a hervir. La servimos muy caliente, añadimos unas hebras de azafrán y unas gotas de aceite de oliva crudo sobre cada uno de los platos y repartimos por encima las virutas de verdura.