- 1 pollo mediano
- 3 zanahorias
- 3 tomates maduros
- 3 cebolletas
- 4 dientes de ajo
- unas ramitas de tomillo
- salvia fresca
- un vasito de vino blanco
- un vasito de Jerez Amontillado
- una copita de brandy
- caldo de verduras
- harina para rebozar
- sal y unos granos de pimienta
- aceite de oliva
-Es mejor comenzar a preparar este plato la víspera. Troceamos el pollo, retiramos la piel y la grasa, se enjuaga y lo dejamos escurrir. Mientras, en el mortero, machacamos los dientes de ajo pelados con el tomillo y la salvia, unos granos de pimienta y una pizca de sal.
-Secar el pollo y colocarlo en una fuente honda, agregamos el majado y una de las cebolletas muy picada. Bañar con el vino y el Jerez y procurar que quede bien impregnado. Tapar con film y reservar en el frigorífico durante toda la noche, moviéndolo de vez en cuando.
-En una cazuela honda calentamos un chorreón de aceite de oliva. Escurrir los trozos de pollo y pasarlos por harina. Los freímos hasta que queden doraditos y se sacan a un plato. En el aceite que nos queda rehogamos a fuego suave las otras cebolletas picadas.
-Cuando comiencen a tomar color agregamos los tomates rallados y las zanahorias cortadas en taquitos. Cocemos sin tapar para que se evapore un poquito el jugo y cuando reduzca colocamos los trozos de pollo encima y movemos. Regar con el brandy, flambear y añadimos el adobo y un par de vasos de caldo caliente. Mezclar bien, tapar a medias la cazuela y cocer durante treinta o cuarenta minutos.
-Pasado este tiempo, sacar el pollo, triturar la salsa y dar de nuevo un hervor todo junto a fuego suave para que espese un poquito. Servir con un cuscús al vapor.